La formal acusación que hizo el Gobierno contra Monseñor Rolando Álvarez trajo consigo una ola de reacciones y de solidaridad, no solo dentro de Nicaragua, sino también a nivel internacional, Estados Unidos ha sido uno de los países que ya se pronunció al respecto de esta situación.
A través de un tuit, Brian Nichols, Subsecretario de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental, tildó como "cínicas" las acciones de los Ortega-Murillo contra uno de los Obispos más críticos de Nicaragua.
"Acusarlo de conspiración para cometer menoscabo a la integridad nacional es el acto cínico de un estado autoritario", dijo el funcionario del Gobierno de Joe Biden, que en reiteradas ocasiones ha manifestado su apoyo a la iglesia y a la sociedad civil de Nicaragua.
Nichols, también agregó que Monseñor Álvarez representa "lo mejor" del pueblo nicaragüense y que es un "defensor" del diálogo y la reconciliación.
Monseñor Rolando Álvarez fue presentado por primera vez este pasado martes 13 de diciembre, después de estar encerrado por más de 3 meses en una vivienda en Managua, sin que se conociera su estado de salud física y emocional desde que fue trasladado de la Curia Episcopal de Matagalpa el 19 de agosto, después de haber pasado más de una semana sitiado por agentes policiales.
El Ministerio Público acusó al Obispo de Matagalpa por los supuestos delitos de Menoscabo a la Integridad Nacional y la Propagación de Noticias Falsas, además, el poder Judicial oficializó el arresto domiciliario y programó para el 10 de enero de 2023 la audiencia inicial.
Hasta el momento, la Iglesia Católica nicaragüense no se ha pronunciado al respecto de esta acusación y organismos defensores de Derechos Humanos como el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (CENIDH) pidió al Cardenal Leopoldo Brenes que emita alguna declaración.
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