Era lunes. Y aunque parecía un día común en Managua, para Julia -a quien llamaremos así por su seguridad- no lo fue. Se despertó a las 04:00 a.m. y luego de desayunar una taza de café y una barra de pan, se dirigió a la Dirección General de Migración y Extranjería en la Avenida Xolotlán. Su misión, según dice, era conseguir su pasaporte "a toda costa". Nunca había solicitado dicho documento a las autoridades debido a que "antes no había tenido la extrema necesidad de salir del país". Llevó con ella todos los documentos que se requieren, y también iba "preparada psicológicamente" para las grandes filas y los más de 30 grados pronosticados para ese día.
Durante las últimas semanas, las largas hileras de nicaragüenses buscando el documento con validez internacional se han vuelto habituales en las delegaciones de Managua, capital del país. Muchas personas incluso llegan desde las horas previas al amanecer. Y conseguir el pasaporte es solo el primer paso de su larga travesía.
Julia dice que corrió con suerte. Antes del mediodía ya había realizado su solicitud, por la cual pagó poco más de $30.00 dólares americanos (facturados en dicha moneda), incluyendo un costo por la agilización del trámite para la entrega en 24 horas laborales. Asegura que, sobre esto último, tuvo dudas, debido a que la alta demanda puede significar "retrasos en el proceso, que ya de por sí es deficiente".
El mes de septiembre, según la entidad bajo el control del Ministerio de Gobernación, más de 23,000 nicaragüenses solicitaron pasaporte, y de los 81,473 servicios migratorios brindados entre el 15 y el 21 de octubre del corriente año, se registró la entrega de 7,048 pasaportes y 1,516 visas de salida de menor.
Mientras hacía fila, Julia pensaba en los siguientes pasos de su trayecto. "Me voy porque no hay nada que hacer aquí. En ocasiones solo es necesario ver los rostros de la gente que queda en la calle para entender lo trágico que es vivir en Nicaragua. Sin trabajo, sin oportunidades, sin esperanza, y con una canasta básica y servicios en aumento permanente. Lo poco que yo logré ahorrar lo utilizaré para llegar hasta allá, comer y transportarme durante el viaje, y pagar lo que tenga que pagar hasta entregarme a las autoridades", explica.
Tras hacer una pausa, entre lágrimas, una voz se escuchó a lo lejos en la conversación: "Pregúntale si sabe cómo está la pasada en Honduras y qué pasa cuando te detienen. Vos sabes que eso es lo que me preocupa".
La inquietud de la mamá de Julia es, por mucho, razonable. Según el Instituto Nacional de Migración de Honduras, entre el 01 de enero y el 23 de octubre de este año, 239,091 nicaragüenses han transitado por el territorio del país vecino, y en las últimas dos semanas el flujo ha aumentado a tal punto de contabilizar en promedio casi 500 migrantes nicaragüenses al día cruzando por el punto fronterizo de Guasaule, según detalló Ricardo Centeno -delegado del puesto fronterizo- al medio de comunicación independiente Contracorriente.
"Es una situación atípica", explicó el funcionario, quien asegura que a pesar de "la situación que atraviesa el país hermano (Nicaragua), el ingreso se realiza de manera normal".
A más de 3,200 KM de distancia, en la frontera de los Estados Unidos de Norteamérica y México, la situación tampoco es favorecedora para el viaje y objetivo de Julia y cientos de nicaragüenses que emprenderán la ruta o ya están en camino.
Durante el año fiscal 2022 (del 01 de octubre de 2021 al 30 de septiembre de 2022), las autoridades estadounidenses registran un récord de nicaragüenses que cruzaron irregularmente la frontera: 164,660. Un aumento del 224 % con respecto al año fiscal 2021.
"Aún no tengo claro los detalles del río y sé que mi integridad y vida estarán en riesgo en muchos momentos, pero tengo la ilusión de que todo saldrá bien", explica la joven de 24 años de edad. Además del pasaporte, comenta que ya tiene preparados otros documentos, como su cédula (para transitar por Centroamérica), un título universitario autenticado y apostillado, una carta de recomendación y varios mapas impresos "por sí se queda sin batería".
Según el último Estudio de Opinión Pública realizado por CID Gallup en septiembre de este año, el 46 % de las y los encuestados considera que el dinero "nunca" ajusta para comprar alimentos en Nicaragua, y un 66 % asegura que el país "sigue por el camino equivocado".
Sin embargo, durante su última aparición pública, Daniel Ortega aseguró que la administración estadounidense es la culpable de la migración masiva de nicaragüenses, venezolanos y cubanos, aunque su régimen represivo y sus políticas anti-derechos humanos son el principal factor de desplazamientos forzados, al igual que la crisis económica.
Comments