
Voz de América y Redacción Central
El presidente sandinista Daniel Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, apuntan a ser reelegidos para un período de cinco años más, tras unos comicios que han sido declarados un "fraude" por la oposición y varios países, según los primeros resultados anunciados por el Tribunal Electoral de Nicaragua la madrugada del lunes.
La pareja lidera el conteo de votos con un 74,99%, tras escrutarse el 49,25% de las mesas de votación.
Otros candidatos, como Walter Espinoza, del Partido Liberal Constitucionalista, acumulaba el 14,40% de los votos, y el pastor Guillermo Osorno, de Camino Cristiano Nicaragüense, un 3,44%. Ambas agrupaciones han sido señaladas como “colaboradores del oficialismo”.
Los otros dos partidos que estuvieron en la contienda obtuvieron menos del 3% de los votos.
Más de 30 figuras de la oposición, incluidos siete aspirantes a la presidencia, fueron arrestados desde junio, al tiempo que el gobierno de Ortega implementó una serie de reformas legislativas de cara a las elecciones.
El Tribunal Electoral dijo que hubo una participación de la ciudadanía de un 65,34%. En 2016, cuando Ortega anuló al principal partido de oposición, el nivel de abstención fue un poco superior al 70%.
Y es que la detención de 30 figuras de la oposición, incluidos siete aspirantes a la presidencia, más una serie de reformas legislativas de cara a las elecciones, desmotivaron a la ciudadanía a participar en el proceso, según reveló la encuesta costarricense Cid Gallup, realizada entre el 15 y el 22 de octubre.
Esta mostró que un 67 % de los consultados dijo no tener ninguna simpatía partidaria, seguido por el Frente Sandinista, con tan solo un 9 %.
Los pre-candidatos presidenciales detenidos son quienes gozaban de gran simpatía, según la encuesta.
Cristiana Chamorro, hija de la expresidenta nicaragüense, Violeta Barrios de Chamorro, y que actualmente se encuentra detenida, es una de las que se perfilaba como favorita. La simpatía la logró gracias a la victoria de su madre en los comicios de 1990, donde Ortega fue derrotado en las urnas.
Reacción internacional
Los comicios, sin observación internacional y con prohibición de acceso a la prensa extranjera, fueron considerados como “una pantomima” por el presidente estadounidense, Joe Biden.
Costa Rica, que acoge a miles de nicaragüenses exiliados, también reaccionó a la reelección de Ortega y dijo que no reconocerá los resultados. Una postura similar tomó Chile y Panamá.
Ortega, quien canceló al menos tres partidos políticos, conseguirá 20 años consecutivos en el poder con esta reelección.