Martha Yadira Castillo padece diabetes, problemas del corazón y la presión e insomnio. Pasa horas esperando una consulta en el centro de salud de Calle Corrales en Granada. El médico que la ve, le entrega un legajo de recetas, pero en la farmacia del centro estatal, le dicen que no hay. Del lugar, sale más enferma de lo que llegó.
“No tengo como comprar estos medicamentos se supone que deben dármelos pero siempre es lo mismo”, se queja al mismo tiempo que señala que tiene los nervios destrozados por los mismos padecimientos. Castillo pasó 16 días internada en unidad de cuidados intensivos (UCI), del hospital Amistad Japón-Nicaragua, pero fue dada de alta sin mejoría alguna. “He regresado a casa con los mismos padecimientos y complicaciones que me aquejan. Es triste esto”, señala.
Su condición la ha llevado a pedir ayuda a la población, ya que ella es una persona mayor y no cuenta con un empleo, pues su condición de salud no le permite laborar. Necesita insulina para la diabetes, la que tiene un costo superior a cuatrocientos córdobas el frasco.
Sin dinero y sin ayuda
“No puedo costearla, no tengo ayuda de familiares, ni de mis hijos”, se lamenta. Doña Yadira vive con su pareja, pero él está igual de enfermo que ella. “El es un anciano lisiado de guerra, no puede ayudarme”, explica.
“El solo hace pequeños trabajos porque tiene también condiciones que lo limitan, lo que gana es poco y no logra suplir con lo suficiente, apenas logramos días para comer y días sin nada, más este gasto de medicinas, es frustrante levantarse y no tener comida en la mesa y mis medicamentos”, relata la mujer.
Castillo lamenta que gente pobre como ella, no tenga acceso a medicinas. “El gobierno habla de médicos y medicina para pobres, ¿Dónde están? Sería bueno que los políticos visitaran a la gente pobre, que nos den ahora que vienen elecciones”, reclama.
“Quiero vivir”, clama
“Yo quiero vivir, ayúdenme a vivir”, pide la mujer. A la población pide que le ayuden con lo que sea posible en lo económico para sus medicinas. Quienes acudan a su llamado en Granada y alguien más del país, pueden contactarla al número 8505-2236 o dirigirse al Barrio Solidaridad, segunda etapa, al final del arsenal del CDI cuatro cuadras y medias hacia el lago, dos cuadras al norte y una al Lago.
Una fuente consultada bajo anonimato, que laboró para el sistema de salud pública de Nicaragua expresa que en estos momentos, en el hospital de Granada no hay inventario de la insulina NPH, que es la que utilizan los pacientes diabéticos.
“Este caso es una muestra de ello. Los pacientes llegan y lo único que reciben es la receta, donde manejan esos medicamentos es solo en los hospitales y si te dan es una, nada más. Las demás las tenés que comprar o te morís”, dijo la fuente.
Explica que “son muchos los pacientes que se encuentran necesitando de insulina, así como medicamentos de problemas coronarios pero tampoco hay en los centros públicos”, dijo.
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