Gobierno usará rotativa y maquinarias robadas al Diario La Prensa

Todo hace indicar que la rotativa y demás maquinaria de imprenta del Diario La Prensa de Nicaragua, volvería a funcionar, pero esta vez bajo la mirada hermética del oficialismo, qué hace 17 meses confiscó las instalaciones de este medio de circulación nacional como parte de la escala represiva contra la prensa independiente que se mantiene en este país.

Según publicación de La Prensa, conocieron de forma extraoficial que el régimen de Daniel Ortega habría contratado al personal especializado que laboraba en el diario en el manejo de la rotativa y de las otras máquinas de la imprenta comercial, y que asimismo compró insumos para el funcionamiento de estas.

El medio indica que al parecer el gobierno sandinista estaría sacando material impreso para su beneficio como libros en grandes cantidades, por lo que los operadores ya están trabajando en dicho proyecto gubernamental, y al parecer estos trabajadores retomaron sus labores después de la toma ilegal del rotativo en agosto de 2021, y el posterior encarcelamiento de su gerente general Juan Lorenzo Holmann.

“Al régimen no le habría quedado otra opción más que contratar a los mismos trabajadores. Ya que en el país no hay muchas personas con conocimientos para manejar una rotativa o los equipos más especializados de la imprenta comercial, pues en Nicaragua solo existían dos rotativas, la que se le confiscó al Grupo Editorial La Prensa y la del extinto El Nuevo Diario”, explica este medio.

A través de un primer calculó del Grupo Editorial La Prensa, explica que la pérdida tras la confiscación del oficialismo, ascendía a unos 10 millones de dólares, pero en un reciente ajuste, refleja que con el valor comercial del terreno, edificio, rotativa, maquinaria industrial de la imprenta, otros equipos y mobiliarios, las pedidas se fijan entre 18 y 20 millones de dólares.

Cabe destacar que en agosto del año pasado periodistas, fotógrafos y editores se vieron obligados a salir de Nicaragua de forma irregular para resguardar su seguridad y libertad mientras su gerente general y dos de sus colaboradores se encuentran apresados por el régimen sandinista como parte de la represión al gremio de periodistas y medios independientes en este país centroamericano.