Mientras la policía, bajo las órdenes de la dictadura Ortega-Murillo, mantiene una vigilancia férrea y una amenaza constante a los pobladores de este municipio, la delincuencia opera con toda tranquilidad. “Es un flagelo en los barrios”, se quejan los matagalpinos.
En la ciudad de Matagalpa, los delincuentes operan sin importar la hora, el día y el lugar, actúan con total impunidad y valiéndose de distintas formas de operar que van desde el clásico robo con intimidación en la vía pública, hasta incursionar en las viviendas o negocios.
Doña Esmeralda Torres, de 70 años, ama de casa y habitante del barrio Walter Mendoza, mejor conocido como La Chispa, denunció que tres individuos desconocidos entraron a su casa en pleno medio día y mientras uno la intimidaba con un cuchillo al cuello, los otros dos se llevaron el tanque de gas para cocinar, el dinero que le quedaba de su jubilación y un celular. Los delincuentes la obligaron a acostarse boca abajo en el suelo, para huir del lugar. Fueron minutos de terror.
“No es la primera vez que se meten a robar”, dice la anciana. La mujer vive sola y hace tres meses también llegaron a asaltarla. “Fue después de Navidad, entraron unos carajos, me golpearon y se llevaron lo que pudieron. No pude verlos, puse la denuncia, pero la policía no hizo nada de nada”, se queja.
Pobladores: “no se aguanta esto”
Torres no ha sido la única que ha pasado por esto. En otros puntos de Matagalpa, la delincuencia se ha disparado también. Una ciudadana que se gana la vida haciendo trabajos de belleza en su vivienda y a domicilio, por ejemplo, contó que a dos de sus clientas, las han asaltado al llegar a su barrio, ubicado en la zona sureste de la Perla del Septentrión.
“Aquí necesitamos vigilancia policial de verdad, de día y de noche, porque ahora es una robadera sin horario, después que indultaron a dos reconocidos ladrones del sector, que ahí andan como si nada y haciendo sus fechorías”, advierte.
Pobladores del barrio Primero de Mayo, Reparto Sandino y Sor María Romero expresaron que los asaltos se producen por la noche, así como la activación de compra y venta de marihuana y hasta de cocaína.
“La policía sabe muy bien quiénes son los que venden y compran drogas aquí”, manifestó un poblador que dijo estar cansado de la robadera, las drogas y la ausencia de la policía. “Si no tocan a los delincuentes, no debe ser por algo bueno. ´Broder´, a la policía solo le interesa multar, más nada. Hasta a ellos mismos les roban”, se quejó un conductor de una ruta de transporte urbano colectivo, mientras iba al volante.
Bajo “toque de queda”
En una reunión de pobladores con el departamento de seguridad ciudadana de la policía orteguista, los representantes de los barrios reclamaron la falta de presencia policial en sus sectores y demandaron “mano dura” con los delincuentes.
“Es casi un toque de queda a partir de las 10:00 de la noche. ¿Salir a comprar a la farmacia? No, yo no me atrevo a hacer eso porque me ´despluman´ los ladrones o los drogos”, afirmó una habitante del barrio Primero de Mayo.
“En Guanuca hay más expendios de licor y pirucas que estudiantes y trabajadores”, expresó por su parte un habitante de ese barrio, el más grande y activo económicamente en la ciudad de Matagalpa.
Ante estos señalamientos concretos de la ciudadanía, la policía solamente expresa que “toman nota y que se actuará conforme se lo indiquen los mandos superiores”. Sin embargo, esa respuesta ha sido siempre la misma y el mal persiste, operando con total impunidad.
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