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Mercado de Masaya es una bomba de tiempo ambiental



Pese a que el orteguismo va por su quinto periodo edilicio consecutivo en Masaya, muchos de los problemas aún continúan sin ser solucionados, algunos de los cuales, amenazan la salud de su población y la imagen de la ciudad, como es el caso de la basura.


El mercado municipal Ernesto Fernández de esta ciudad, es uno de los más grandes y concurridos de Nicaragua, lo que implica una mayor producción de todo tipo de desechos, sin embargo, al parecer, a la administración orteguista le ha quedado corto poder lidiar con la contaminación y la basura que se acumula en este populoso centro de compras.


La exdirectora de la Empresa Nicaragüense de Acueductos y Alcantarillados, Enacal, Ruth Selma Herrera, explicó en el segmento “El agua es vida” que se transmite en Radio Corporación, que preocupa la falta de higiene ambiental y en particular de la contaminación ambiental, que sufre la población de la Ciudad de Las Flores.


“Hace unos años, la alcaldía mandó a cercar con una pared con láminas de zinc para evitar que se lanzara la basura a la zona donde están los tragantes, pero en el camino, se desaparecieron las láminas y se volvió a convertir en un gran basurero que tiene saturado los desagües”, dijo Herrera en su intervención.


Mala limpieza


Agregó que esta situación ha venido creando más problemas, sumado a que la limpieza del mercado municipal no es la más eficiente y, tanto en los corredores como en los tramos, se mantiene una gran cantidad de residuos y ésto hace que se vaya acumulando en exceso.


“De tal manera que cuando llueve, las corrientes arrastran todos los residuos que encuentran, incluso canastos y mercadería de la que dejan ahí los comerciantes, creando condiciones antihigiénicas, no solo para los que trabajan y para los que compran, sino para las personas que se movilizan en ese espacio público”, señaló la exfuncionaria.

Enfatizó que uno de las prácticas que agrava el deterioro ambiental en este paraje es que las cuadrillas de limpieza de la alcaldía, en vez de realizar sus labores al final de las ventas o por las noches en este mercado, limpian cuando ya se inició la actividad comercial, justo cuando están interactuando los vendedores y compradores, quienes resultan ser muy afectados por este traslado de basura que se hace en pleno día.


“Nos preguntamos, ¿por qué las organizaciones de los comerciantes, los influyentes y la Alcaldía de Masaya no aceptan que hay otras formas de implementar soluciones a la higiene ambiental? (porque) es un derecho para quienes trabajan ahí tener un entorno ambiental limpio, pero también para quienes compran tener condiciones de higiene y seguridad, sin arriesgar con contaminantes, incluso a todas las personas que se movilizan en esa zona”, indicó la ambientalista.

Tarea difícil


Subrayó que no es difícil contener la contaminación, solo es cuestión de proponérselo, y saber cuáles son los verdaderos problemas y soluciones, además, se debe de reducir esa tendencia a estarse acostumbrando a convivir con la basura.



Criticó que en la zona de El Calvarito, de San Jerónimo, por ejemplo, una buena parte se ha convertido en un verdadero basurero donde no hay ningún tipo de regulación, por eso hizo un llamado tanto a la autoridades municipales como a la población a tener un sentido de responsabilidad para terminar de una vez con estas malas prácticas.


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