Nicaragua y Costa Rica son países geográficamente ubicados uno a la par del otro, sin embargo, están marcados por un sinnúmero de diferencias culturales, gastronómicas y económicas. Esta última, es una de las más complejas de enfrentar para los miles de nicaragüenses que han migrado a este país.
De acuerdo a datos recopilados por el Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca Más, desde 2018, hasta mayo de este 2023, han migrado a Costa Rica 209,344 nicaragüenses, de este total, solo en el año 2022, llegaron 80,028 personas en busca de protección internacional.
Uno de estos casos es el de Carmen Ponce, una inmigrante nicaragüense que tuvo que desplazarse de manera forzada hacia Costa Rica, a causa de la persecución del régimen de Daniel Ortega. La mujer llegó en diciembre de 2022, sin saber “el zarpazo” que recibiría por los altos costos en este nuevo país, donde sigue sin poder sufragar sus necesidades básicas.
Para Ponce, ha sido casi imposible sostenerse económicamente en Costa Rica, ya que recibe mensualmente un aporte no mayor a los US$300 dólares (¢157,800 colones) de estos, tiene que destinar US$260 para el pago de un cuarto para poder vivir, es decir, que con US$40 dólares debe ajustar para cubrir sus alimentos, transporte y demás gastos.
Engañosa canasta básica
Según las cifras del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) de Costa Rica, en febrero de 2023, el costo mensual de la Canasta Básica Alimentaria (CBA) alcanzó un monto de ¢60.450 colones ($111.94 dólares).
Al respecto, Ponce explica que “con 100 dólares no hacés nada, o sea, 100 dólares, aquí se te van en 10 kilos de arroz, cinco kilos de azúcar, dos litros de aceite o el jabón, el detergente, pero no comprás nada de carne, o sea que para poder comprar carne o algo, mínimo tenés que tener 400 dólares que es apenas lo que te ganás en un mes y esto que si llegás a los 400 dólares”, señaló.
“Aquí en Costa Rica tenés que comer arroz, frijoles, no sé, algunas verduras que puedas comprar, pero de que vas a estar comiendo tal y como lo indican los nutricionistas, que tenés que tener un equilibrio balanceado con la comida las carnes, las verduras y esto y lo otro, no lo puedes hacer porque no hay ahí poder adquisitivo para para realizar ese tipo de compras”, señala.
“Y eso –agrega– que ni buscando los lugares más baratos, la mayoría de las personas, los de menos recursos, optamos por buscar los supermercados chinos”, dijo.
Ni la canasta de aquí, ni la de allá
De acuerdo a los datos del Instituto Nacional de Información de Desarrollo (Inide) en Nicaragua, hasta agosto de 2023 la canasta básica tenía un valor de 19,515.57 córdobas y en septiembre, costaba 19,331.48, es decir, un poco más de los 500 dólares.
Pero el salario mínimo por mes en este país puede ser de un poco más de 4,680 córdobas (130 dólares), mientras tanto, en Costa Rica el salario mínimo está en unos 330 mil colones mensuales, equivalente a más de 600 dólares.
Cabe mencionar que la canasta básica de Nicaragua está compuesta por unos 54 productos, entre estos; granos básicos, carnes, frutas, verduras, hortalizas, lácteos, entre otros y en Costa Rica; la canasta consta de al menos 17 productos.
A pesar de estas diferencias, para Ponce es más difícil vivir en Costa Rica y considera que es un “cambio drástico” porque “te venís a dar cuenta de una realidad que no enfrentas en tu país, porque aunque Nicaragua es un país que ahorita la carestía de la vida ha incrementado en comparación con Costa Rica es más caro”, se queja.
Explicó que “en Nicaragua ganas 300 dólares y podés comprar, podés pagar los servicios básicos cuando esto me refiero a agua, luz, cable y comprás la comida y todavía te queda dinero, pero en Costa Rica, no podés acceder a todos los productos sumado a eso que tenés que garantizar la renta”.
Ponce se quejó además porque en alquiler, lo menos que una persona debe pagar mensual son ¢100 mil colones que son unos US$200. La mujer asegura que “ese dinero te lo ahorrás en Nicaragua porque allá no pagás renta, porque la mayoría de las personas, pues aunque sea una casa humilde, pero tenemos donde vivir y aquí en Costa Rica te venís a dar cuenta de una realidad para la que no estamos preparados las personas que somos migrantes exiliados”.
Acceder a un trabajo en Costa Rica
En su mayoría, las personas exiliadas que llegan a Costa Rica tienen algún tipo de empleo que traen de Nicaragua, pero que en términos económicos deja de ser rentable. Eso los obliga a buscar un trabajo en este país para poder obtener un salario de acuerdo con los costos costarricenses, sin embargo, algunos se encuentran con limitaciones.
De acuerdo al Ministerio de Trabajo y Seguridad Social de Costa Rica, un permiso de trabajo es “una autorización, emitida por la Dirección General de Migración y Extranjería, que deben tener todas las personas extranjeras que deseen trabajar en Costa Rica. Esta autorización le permite laborar para una empresa o persona empleadora específica”.
“Las personas extranjeras que poseen cédula de residencia o un carné de refugiado vigente, pueden laborar sin realizar solicitud de permiso de trabajo. El ser residente permanente, temporal o refugiado debidamente autorizado, le permite laborar y ser sujeto de todos los derechos y deberes laborales”, explica el ministerio.
Ponce, licenciada en Administración de Empresas, lamenta que ser una mujer profesional no sea suficiente para poder obtener un empleo digno en Costa Rica, ya que “aunque tengas tu carrera, tu título aquí no vale”, se queja.
“Las empresas, las organizaciones no reconocen los títulos, aunque seamos personas preparadas, entonces si no tenés un permiso laboral no podés trabajar y si tienes el permiso laboral sufrís muchas veces discriminación por ser nicaragüense. Estamos fregados”, dijo.
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