El sacerdote Benito Enrique Martínez, desterrado por el régimen de Daniel Ortega será el encargado de recibir el premio Libertad 2024 en nombre de Monseñor Rolando Álvarez, que se encuentra en El Vaticano tras ser desterrado en enero de este año junto a un grupo de religiosos.
El Obispo de la Diócesis de Matagalpa y Administrador Apostólico de la Diócesis de Estelí, será galardonado por el Instituto Republicano Internacional (IRI) por su "inquebrantable defensa" de la libertad religiosa y política en Nicaragua.
"El inspirador ejemplo del Obispo Álvarez trasciende las fronteras nacionales, convirtiéndolo en un faro para los luchadores por la libertad en todo el mundo", expresa el IRI
El IRI explica que el premio a la Libertad John S. McCain honra a las personas cuyo compromiso con la libertad y la libertad humana ha ayudado a millones de personas en todo el mundo en la búsqueda de un futuro democrático.
El galardón es el más alto honor entregado por el IRI y ejemplifica los objetivos y logros del fortalecimiento de la democracia para un mundo más libre y seguro.
Los congresistas María Elvira Salazar y Joaquín Castro serán los encargados de entregar el premio en representación del IRI. El evento se realizará el próximo miércoles 15 de mayo a las 2 de la tarde en una sala del Rayburn House Office Building en Washington.
En 2023 este premio fue otorgado a las mujeres de Irán, en 2022 al fallecido Alexei Navalny y al pueblo de Ucrania. En años anteriores ha sido entregado a altos funcionarios de Gobierno, vicepresidentes y presidentes, así como a organizaciones que luchan por los derechos humanos.
Monseñor Álvarez en El Vaticano
En enero de este año y de manera sorpresiva, el régimen de Daniel Ortega informó la liberación y destierro de Monseñor Rolando Álvarez, del Obispo Isidoro Mora y de otros 15 sacerdotes que se encontraban detenidos desde mediados de diciembre en Nicaragua.
Según el régimen la liberación se logró gracias a "acuerdos de buena voluntad" con El Vaticano. Asimismo, expresó que el diálogo fue "franco, directo, prudente y muy serio".
Desde su arribo a la Santa Sede, el Obispo de Matagalpa y el resto de sacerdotes se hana mantenido bajo perfil y no han dado declaraciones sobre su estancia en las cárceles nicaragüenses.
Algunos de los religiosos desterrados, han solicitado su traslado a otros países, entre ellos España y Costa Rica. De Monseñor Álvarez no se sabe absolutamente nada, ya que tampoco las autoridades vaticanas han emitido informes sobre su salud.
El régimen había condenado al Obispo a 26 años de cárcel acusado por varios delitos, entre ellos Conspiración para cometer menoscabo, propagación de noticias falsas, desacato, entre otros, esto tras haberse negado a ser desterrado en febrero de 2023 junto al grupo de 222 presos políticos.
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