Tras su renuncia pública, el embajador de Nicaragua ante la Organización de Estados Americanos Arturo McFields, aseguró que muchos funcionarios inconformes con la política del gobierno de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
"Se han ido cualquier cantidad de funcionarios de manera silenciosa, y así se van, dos, tres, cuatro. Algunos los han visto en los medios públicos otros no salen en los medios pero se están yendo y se van callados", confesó el diplomático, en entrevista con la periodista Lucía Pineda Ubau.
Indicó que nadie sabía de su retiro y no lo comentó a nadie por temor a cualquier represalias de parte de las autoridades.
"Estás decisiones no las toma uno en la carne, estos es un proceso que hay que pasar. Una lucha espiritual y aquí estoy", revela.
Refirió que ya ha tenido ofertas de embajadores para otorgarle "asilo político", pero todavía no ha tomado una decisión en ese caso particular.
"No tengo el cuadro rayado, lo único que sé es que me siento Feliz, en paz y ya con eso poder dormir tranquilo. Y que mi hija tenga un padre a quien admirar", expresa.
Envió un mensaje a los funcionarios públicos para que rompan el silencio en relación a las acciones estatales contra quienes difieran de sus políticas. Está convencido que si regresa a Nicaragua no podrá volver a salir del país: "me tienen una celda especial en El Chipote", asegura.
Defendió a los opositores detenidos y reconoció que hay muchos trabajadores del Estado que son obligados a participar de los actos partidarios del gobierno.
"Nicaragua tiene esperanza. Así como yo pude hablar hay muchos funcionarios chiquitos y medianos que están con el deseo de hablar", refiere.
Tras el escándalo diplomático, el gobierno de Daniel Ortega emitió un escueto comunicado donde asegura que Arturo McFields no los representa y por lo cual "ninguna declaración suya tiene validez".
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