Cada 14 de febrero se celebra el Día Mundial de la Energía, una fecha en la que se promueve su uso sostenible, para que cada persona a nivel mundial logre tener acceso, asimismo se impulsa la utilización de las energías limpias, renovables y eficientes, destacando su impacto ambiental.
En el caso específico de Nicaragua la cobertura energética mediante el plan de electrificación avanza a pasos lentos. En el 2021, la institución cerró con el acceso del 99.086% y la meta para el 2022 era de 99.9 pero esta no se cumplió.
Salvador Mansell presidente ejecutivo de Enatrel dijo en una entrevista a un medio oficialista, que a enero del 2023 la cobertura está en 99.267 % y que la nueva meta fijada es de 99.4%.
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Para Alejandro Hurtado experto en temas energéticos en los países de centroamérica la población sin acceso a cobertura energética se vuelve un reto difícil de alcanzar, por ser poblaciones empobrecidas y con poca capacidad de pago, sobre todo por encontrarse en áreas rurales y aisladas, afectando usualmente a las poblaciones vulnerables como, mujeres niños poblaciones indígenas y afrodescendientes.
Nicaragua desde el 2016 vienen avanzando con el 90% de la cobertura, Hurtado explica que este proceso es catalogado como la última brecha, por lo que recomienda que se deben dar prioridad a iniciativas descentralizados con fuentes de energías renovables como proyectos solares e hidroeléctricas a pequeña escala.
La experiencia en Nicaragua deja entrever que pese a que el acceso en general ha tenido un avance importante muchos de estos proyectos no tuvieron el impacto deseado, debido a que no se destinaron recursos para el mantenimiento y operación, no se capacito a los beneficiarios en el uso y reparación del equipamiento y no se contaba con el marco legal específico para garantizar la sostenibilidad de estos proyectos.
El experto detalló que del 83% total de la generación que están en manos de
privados, 40% son generados por las empresas vinculadas al grupo ALBA.
Otro de los grandes retos en el sector es la reducción de costos de la energía que son ocasionados principalmente por los pagos de potencia instaladas de las plantas térmicas, la pérdida en la distribución.
"Es necesario una revisión profunda del pliego tarifario, con la participación de todos los sectores, que permita tener una tarifa competitiva con el resto de la región centroamericana, justa para cada sector económico, a la vez que garantice la sostenibilidad de sistema eléctrico nacional", dijo.
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