En entrevista con la revista digital Vida Nueva, José Antonio Canales, Obispo de la Diócesis de Danlí en Honduras, dijo que ve muy difícil la liberación de Monseñor Rolando Álvarez ya que el régimen de Daniel Ortega ha mostrado que va por el camino del autoritarismo.
"En un estado totalitario no se admite la disidencia, y el gobierno nos ha dado detalles de que camina en esa ruta. Por lo tanto no veo libre a Monseñor Álvarez en este momento", dijo el Obispo.
Según el religioso, habría un "rayito de esperanza", si Ortega y Murillo bajaran la persecución a la disidencia, incluida la iglesia católica, algo que no ha ocurrido en Nicaragua y no da señales de que disminuya en un corto plazo.
El Obispo Canales, que también es el Secretario del Secretariado Episcopal de América Central (SEDAC), se refirió al bloqueo de cuentas ordenado por el régimen a la iglesia católica de Nicaragua y a la cancelación de organizaciones sin fines de lucro (OSFL).
"El congelamiento de cuentas bancarias es otra de las maneras de ahogar a la Iglesia, de sofocarla, de alguna forma algún camino que ellos dicen es para eliminarla. Entonces no me sorprendió eso en el sentido de que yo ya estaba viendo que es por cualquier medio que ellos puedan oprimir y ahogar a la Iglesia, lo van a hacer”, manifestó.
Para el Obispo, lo que quiere el régimen es oprimir y desaparecer a la iglesia católica porque la consideran su "enemigo número 1".
El religioso añadió que los sacerdotes en Nicaragua "hacen lo que pueden" y la Iglesia Católica "sigue adelante" en medio de la persecución ejercida por el régimen e instó al mundo a ser más solidario y a los medios de comunicación darle el foco necesario a este caso.
"Quizás si Nicaragua fuera un país petrolero y rico, muchos tendrían la vista en él, pero en un país pobre la gente está sufriendo allá y los medios de comunicación, con sus excepciones, claro, callan. Incluso de organismos internacionales hay bastante silencio en relación a lo que pasa con Nicaragua, y eso es muy lamentable”, finalizó.
Este pasado 4 de agosto, Monseñor Rolando Álvarez cumplió un año desde que fue asediado y arrestado bajo casa por cárcel en la Curia de Matagalpa. Actualmente, se encuentra en una celda de máxima seguridad en el Sistema Penitenciario de Tipitapa condenado a 26 años de cárcel por negarse a ser desterrado hacia Estados Unidos.
En julio, hubo rumores de una negociación entre El Vaticano, la Conferencia Episcopal de Nicaragua y el régimen, que tuvo a Monseñor Álvarez fuera de las rejas por algunas horas, sin embargo no hubo acuerdo ya que el Obispo se negó por segunda vez a ser desterrado de Nicaragua.
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