Un día después que se conociera sobre la detención arbitraria de Monseñor Isidoro Mora Ortega por parte de agentes policiales en el municipio de la Cruz del Río Grande, la alta Jerarquía de la Iglesia católica nicaragüense ha preferido guardar silencio respecto a este nuevo atropello del régimen Ortega-Murillo contra uno de sus miembros.
Si bien es cierto, el silencio de la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) ante este tipo de arbitrariedades no es nuevo, debido a la jerarquía de Mora Ortega, quien es Obispo de la Diócesis de Siuna se esperaba que al menos hubiera algún pronunciamiento al respecto.
Hasta el momento, el Obispo continúa en calidad de "desaparecido", ya que se desconoce si fue trasladado hasta Managua y encarcelado en el temido Distrito III de la Policía o en El Chipote o si está en alguna celda en Matagalpa.
Monseñor Mora se convirtió este pasado miércoles 20 de diciembre en el segundo Obispo en ser encarcelado por el régimen. El único "delito" del religioso fue nombrar a monseñor Rolando Álvarez, en una Eucaristía celebrada en la Catedral San Pedro de Matagalpa.
"Quisiera expresarles el saludo de la Conferencia Episcopal. Estamos siempre unidos orando por esta amada Diócesis de Matagalpa, orando por monseñor Rolando, orando por el caminar de cada uno de ustedes. Estamos unidos en oración, en comunión, en fe, en amor, en ternura", dijo Mora.
El Obispo Mora se solidarizó con todos los presbíteros de esta Diócesis y dijo que es una "cantera de la fe". La captura arbitraria se da en medio del mayor ataque represivo del régimen Ortega-Murillo contra la Iglesia Católica nicaragüense desde que inició la crisis política, social y derechos humanos en Nicaragua a la fecha.
Testigos afirmaron que Monseñor Mora fue interceptado por una patrulla policial cuando se dirigía a la parroquia Santa Cruz, en la Cruz del Río Grande, Matagalpa y luego trasladado con rumbo desconocido.
En octubre, el régimen excarceló y desterró al Vaticano a 12 sacerdotes que se encontraban detenidos en la Dirección de Auxilio Judicial (DAJ) y en el Sistema Penitenciario Jorge Navarro, mejor conocido como La Modelo por varios delitos, entre ellos Traición a la patria y propagación de noticias falsas, además de delitos comunes.
Este 2023 ha sido el año en que más ataques ha sufrido la iglesia desde el inicio de la crisis sociopolítica en 2018, estos van desde el destierro y detención de sacerdotes, hasta la prohibición de procesiones y otras actividades tradicionales, sin olvidar el congelamiento de cuentas bancarias a varias Diócesis del país.
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