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Iglesia Católica en estado de indefensión en Nicaragua


Según la abogada Yonarqui Martínez la Iglesia Católica se encuentra en un estado de indefensión / Imagen Referencial

Para los abogados independientes de Nicaragua, poder introducir un recurso de amparo en favor de los sacerdotes y laicos de la iglesia Católica de Nicaragua, es casi una misión imposible pues hasta los mismos defensores son criminalizados y perseguidos por ejercer la labor de defensa, máximo cuando se recurre en contra el Estado, afirma la abogada y defensora de derechos humanos, Yonarqui Martínez.


“Tenemos años de estar denunciando como defensores, las represalias contra los sacerdotes. Recordemos que en el 2018, el padre Edwing (Román) estuvo fuertemente asediado, y le contaron el agua, la luz, y estuvo secuestrado junto con las madres de las víctimas y mi persona en la iglesia San Miguel, y siguió amenazado por el Comisionado (Ramón) Avellán”, dijo Martínez.


Enfatizó que muchos de los sacerdotes de la iglesia en Nicaragua han sido amenazados de muerte por eso algunos decidieron irse al exilio, y otros que no se fueron del país están apresados por enfrentar al poder en el país. De igual manera considera que la represión del gobierno de Nicaragua contra la iglesia y sus líderes religiosos pasó de las amenazas a las acciones represivas en todas sus naturaleza.


“El problema del Estado de Nicaragua es que ha hecho actos directos de agresiones contra la iglesia, porque los sacerdotes se han puesto a la par del pueblo día a día, denunciando las diferentes violaciones de derechos humanos contra los más desprotegidos”, sostuvo la activista de derechos humanos.


Explicó que actualmente su situación como abogada defensora es muy difícil porque, por mucho que quisieran interponer recursos e interpelar a Migración y Extranjería, las decisiones ya están tomadas, porque inevitablemente cualquier gestión o escrito que se haga, sería desestimada de entrada.


Añadió que los abogados defensores independientes de Nicaragua se sienten impotentes, hasta frustrados por no poder darle respuesta a la iglesia Católica, pero de igual manera los líderes religiosos han optado por mantener una posición de prudencia porque considera que verter una opinión critica es sinónimo de tener privación de libertad.



“Esta persecución es porque la iglesia Católica ha sido la única que denunciaba las violaciones de los derechos humanos dentro del país y fue el único refugio para las víctimas, y recordemos que al cerrar las otras organizaciones, la iglesia fue la única que quedó", explicó la agremiada.

Lamentó que en Nicaragua los líderes religiosos y la población en general no tenfa un mecanismo de protección, porque se vive en un estado de indefensión

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