
En el tablón de una iglesia evangélica ubicada en la comunidad Andris, en Río Coco Abajo, Caribe Norte, observamos a un pastor que pronuncia oraciones inentendibles, - “está hablando en lenguas”- , nos aclaran.
Camina entre varios jóvenes que se retuercen incesantemente en el piso mientras sus familiares les sostienen sus manos y pies en un intento desesperado por contener sus impulsos. En sus caras es evidente la angustia de no poder hacer más que agarrarlos con fuerza y tener fe en que la ceremonia religiosa dará resultados.
Según los pobladores de esta comunidad caribeña es un nuevo ataque masivo de grisi siknis, que en lengua misquita significa: "locura de la selva".
Según la página del Ministerio de Salud, “es un síndrome contagioso, legado culturalmente a la etnia del pueblo miskito y afecta especialmente a mujeres jóvenes. Se caracteriza por un largo periodo de ansiedad, náuseas, malestar, furia irracional y miedo, entrelazado con breves periodos de frenesí en los cuales la víctima pierde la conciencia y muchas veces corre sin propósito”.
20 víctimas
Son más de 20 jóvenes y adolescentes de este lugar los que sufren de grisi siknis y toda la comunidad se encuentra muy preocupada, pues a pesar de los ritos y las ceremonias realizadas, los ataques persisten.
“Hasta el momento ya agoté todas las vías para curar a mi sobrina y mi hermana, dicen que les han hecho brujería. Estamos señalando a seis personas de la comunidad de Andris, quienes están involucrados en esto. Pero, estamos pidiendo a las autoridades correspondientes que nos apoyen”, expresa angustiado Rocha López.
A medida que pasa el tiempo, aumenta la preocupación de los padres de los jóvenes en edades de 12 a 17 años, pues han llamado a pastores, curanderos y médicos tradicionales, pero los enfermos no se recuperan.
“Como padre me encuentro mal, ya son 4 meses y la tensión aumenta en esta comunidad, mi hija de 16 años la tengo en la iglesia evangélica de Waspam, están en ayuno y oración pero no sé cura”, comenta Orlando Padilla, padre de una de las niñas afectadas.
En la actualidad toda la comunidad de Andris se encuentra alerta y piden a las autoridades del gobierno regional del Caribe Norte que traten de hacer algo por las víctimas de la enfermedad.
Ataques en el pasado
A lo largo de la historia, se registra que esta enfermedad afecta principalmente a poblaciones miskitas. El último brote ocurrió hace dos años en Bilwi, dónde 10 alumnos del colegio Inanka se vieron afectados.
En la tradición miskita el grisi siknis no es una enfermedad, sino que los comunitarios atribuyen los síntomas a la hechicería o brujería, por tal razón, dentro de sus costumbres es normal acudir en estos casos a curanderos tradicionales para practicar exorcismos.
Sin embargo, la ciencia tradicional cree que es una afectación psicológica temporal. aunque hay pocos estudios sobre qué la origina.