La vocera del régimen Rosario Murillo en su alocución de mediodía en medios oficialistas renombró la celebración tradicional del pueblo nicaragüense La Gritería como "fiesta de la solidaridad".
Según Murillo, a ella le gusta llamarla "fiesta de la solidaridad" porque se comparte lo que se tiene.
"Tenemos las fiestas de la Gritería, el jueves 7 de diciembre, nuestra fiesta por excelencia. Yo le llamo la fiesta de la solidaridad porque compartimos lo que tenemos, cantando a María, nuestra madre que nos cubre con su manto celestial", dijo la vocera este pasado lunes.
A pesar del "entusiasmo" de la vocera y de la creación de altares en la avenida de Bolívar a Chávez en Managua y el rezo del novenario en las instituciones del Estado, el régimen mantiene un doble discurso en relación a las celebraciones marianas que año con año lleva a cabo la iglesia y la feligresía católica.
Y es que este año, por órdenes del régimen, la policía no ha brindado la autorización a las parroquias y capillas para la realización de procesiones que ya son una tradición, tal es el caso del barrio Monseñor Lezcano que este 2023 cuando se cumplen 50 años de promesa, la virgen no pudo salir a las calles.
Otro caso es el de la imagen de la Virgen Inmaculada Concepción en la ciudad de Granada, allí la tradición tiene más de 300 años, pero este será interrumpido por la negativa de permitir celebraciones religiosas en las calles. En el programa del novenario, la Catedral informó que todas las actividades serán dentro del templo.
Por su parte, el Cardenal Leopoldo Brenes y otras autoridades de la Conferencia Episcopal han evitado referirse a estas disposiciones, que atentan contra la libertad religiosa del pueblo nicaragüense.
Año con año, en el marco del inicio del novenario a la Inmaculada Concepción de María que culmina con la Gritería el 7 de diciembre las parroquias y capillas sacaban en peregrinación la imagen de la virgen María, sin embargo en los últimos años esto no se ha realizado e incluso algunos sacerdotes han pedido ser "cuidadosos" con los colores que se utilizan en los altares.
Entre 2022 y 2023 el régimen Ortega-Murillo ha incrementado su arremetida contra la Iglesia, encarcelando, desterrando, negando entrada y expulsando a sacerdotes, religiosos, laicos y cualquier otra persona vinculada. La Semana Santa de este año no se realizó como se acostumbra, ya que todas las actividades públicas fueron prohibidas.
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