Tomada de Facebook: Américo García
GLOBAL ART,
LA REINVENCIÓN
DE DIFUSO
La décima edición del evento de moda Nicaragua Diseña, dirigido por Camila Ortega Murillo, evidencia que la empresa Difuso SA encabezada por su hermano Juan Carlos aún mantiene activas sus operaciones. Videos promocionales de la actividad revelan a Difuso como parte del equipo de “colaboradores” en la producción audiovisual.
Difuso es una empresa que en el 2020 alcanzó los principales titulares de medios de comunicación a nivel nacional e internacional, debido a la sanción que le impuso el Departamento de Estado de los Estados Unidos luego de ser señalada como un “aparato de propaganda del gobierno nicaragüense”. El mismo argumento planteó Suiza cuando aplicó iguales medidas.
Desde la llegada al poder del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), esta empresa ha obtenido beneficios publicitarios de parte del Estado de Nicaragua, según una investigación del portal Divergentes. Además, privilegios exclusivos de la utilización de drones para producción audiovisual en contradicción de regulación impuestas por la Aeronáutica Civil.
“Está prohibido el uso de equipos no tripulados (Dron) en el territorio nacional que operen a una elevación mayor de los 100 pies de altura con 30 metros horizontales de desplazamiento, ya que exponen al peligro a la aviación al volverse un obstáculo en el espacio aéreo”, reza la normativa emitida el 29 de noviembre de 2014 incumplida por Difuso.
¿SANCIONES EFECTIVAS?
La sanción a Difuso forma parte de las presiones de Estados Unidos a Nicaragua para combatir “la corrupción y enriquecimiento” de la familia encabezada por el presidente Daniel Ortega. Ningún ciudadano ni empresa norteamericana puede hacer transacciones económicas con sujetos o instituciones sancionadas con dicha sociedad.
Para el analista político Eliseo Núñez, esas medidas son un nuevo modelo internacional para expresar rechazo hacia prácticas que atenten contra la democracia y los derechos humanos en cualquier país del mundo.
“Todo lo que es el tema de sanciones ha venido sustituyendo al tema militar. Estamos en una especie de transición entre ambas cosas, donde se abandona el uso de la fuerza letal y se traslada a este modelo”, refiere Núñez.
Tras las sanciones, Difuso S.A. salió del visor general aparentando un cese de operaciones. Cerró sus cuentas en redes sociales y desapareció su sitio web. Su única huella digital es un canal de YouTube titulado DifusoAV donde se encuentran contenidos producidos por la empresa.
Al realizar una búsqueda rápida en plataformas digitales lo único que se encuentra son etiquetas de proyectos desarrollados para el Estado y noticias de la sanción norteamericana.
“ (Las) sanciones ha venido sustituyendo al tema militar. Estamos en una especie de transición entre ambas cosas, donde se abandona el uso de la fuerza letal y se traslada a este modelo”.
Eliseo Núñez, analista político
DIFUSO 2.0
Una fuente interna que solicitó anonimato por temor a represalias, y a quien llamaremos “Pedro”, revela a esta redacción que Difuso no desapareció sino que ahora operan bajo un nombre nuevo.
“Lo que hicieron fue cambiar de razón social, ya no se llaman Difuso, se llaman Global Art. Pero siguen trabajando igual, todo normal”, sostiene.
Según el sitio web de la Dirección General de Ingresos (DGI) uno de los requisitos para realizar el cierre de obligaciones es estar solvente en sus pagos incluyendo la liquidación del Impuesto Sobre la Renta del período actual.
Posteriormente se debe detallar su facturación y seleccionar la razón del cierre: liquidación, quiebra, fusión, cese de actividad económica y otros. Luego el representante deberá acudir en 24 horas a la DGI a entregar su cédula RUC y facturas no utilizadas para completar el proceso.
Hasta ahora se desconoce si Difuso habría completado este trámite. No hay información pública disponible.
De la nueva empresa Global Art. SA. se conoce muy poco. Ni siquiera tiene presencia en el internet. Sus oficinas están ubicadas frente al Canal 8 de Televisión, también propiedad de Juan Carlos Ortega Murillo.
“Es una casa común y corriente, pasa desapercibida. No hay rótulo ni nada”, describe “Pedro”.
Visitamos el sitio y lo que encontramos fue una propiedad aparentemente vacía custodiada por un guarda de seguridad de la empresa Goliat, asociada a la familia Ortega Murillo, según investigación periodística de Confidencial.
“Es una casa común y corriente, pasa desapercibida. No hay rótulo ni nada”, describe “Pedro”.
En cuanto a sus trabajadores, solamente dos están ligados directamente a la nueva razón social Global Art.
El analista Eliseo Núñez reconoce que el tema de las sanciones internacionales tiene “huecos enormes” e incluso hay actores que “no son vulnerables a las medidas”.
Apunta que una empresa sancionada perfectamente puede continuar operando pero únicamente de forma local y recibiendo dinero en efectivo.
Al respecto, Luis Gerardo Robleto, del Observatorio Pro Transparencia y Anticorrupción de Nicaragua, añade que incluso ese tipo de medidas administrativas pueden ser apelables.
“Solo si se comprueba lo contrario sobre las acusaciones que el Departamento de Estado (de EEUU) realiza, entre esto probar que las riquezas son bien habidas, se podría levantar la sanción”, según el experto. Hasta ahora se desconoce si Difuso realizó algún trámite para “limpiar” el nombre de la empresa.
LOS VETERANOS DE DIFUSO
Durante esta investigación se logró identificar a varios trabajadores veteranos que continúan en “Difuso”, incluso después de las sanciones.
De esta forma Juan Carlos Ortega mantiene esta pieza de propaganda funcionando a pesar de las presiones internacionales contra el círculo de poder del gobierno de Nicaragua.