Un fuerte seísmo golpeó el sur de la isla de Taiwán con una magnitud de 7,5 según el Servicio Geológico de Estados Unidos a una profundidad de unos 35 kilómetros sobre la superficie.
Las televisiones taiwanesas mostraron imágenes de algunos edificios derrumbados en Hualien, cerca del epicentro del seísmo, y los medios de comunicación locales informaron que algunas personas habían quedado atrapadas.
Hasta ahora, las autoridades taiwanesas no han reportado víctimas mortales en la isla.
Por su parte, la compañía TSMC, una de las mayores productoras de materiales de semiconductores del mundo -fundamentales para el desarrollo de tecnología- aseguró que "por seguridad" había evacuado a los trabajadores de varias de sus fábricas en la isla.
Los primeros reportes de la magnitud del sismo indican que puede tratarse de uno de los mayores que ha sufrido la zona en los últimos años. De hecho, la agencia central de noticias oficial de Taiwán dijo que el terremoto era el más importante que sacudía la isla desde 1999, cuando un temblor de magnitud 7,6 mató a unas 2.400 personas y destruyó o dañó 50.000 edificios en uno de los peores temblores registrados en la historia de la isla.
Desde China continental, la oficina de Beijng para asuntos de Taiwán expresó sus preocupaciones por el catástrofe en la isla asiática, extendiendo un inusual ofrecimiento de asistencia especializada para enfrentar las consecuencias del seísmo, según informaron medios locales.
El metro de las ciudades de Taipei, Taichung y Kaohsiung suspendió durante casi una hora sus operaciones a causa del terremoto, según la agencia oficial taiwanesa CNA.