Abatizadores del MINSA en Matagalpa llegan a las casas “acompañados” de soldados del Ejército
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Abatizadores del MINSA en Matagalpa llegan a las casas “acompañados” de soldados del Ejército


Imagen de referencia, Departamento de Matagalpa

Una fuente religiosa que pidió no ser identificada en este reporte, denunció que en la ciudad de Matagalpa, se desarrolla una campaña de abatización que les crea desconfianza y miedo, pues los brigadistas, llegan a las viviendas acompañados de oficiales del Ejército.

“En otro contexto esto no debería ser visto mal, pero como andan las cosas la gente tiene miedo”, dijo el informante. Los ciudadanos han visto a los brigadistas en los barrios de esta localidad con los uniformados de la institución que ha jurado lealtad al régimen que gobierna al país apoyados con partidarios que en el pasado se han armado y disparado los ciudadanos que se le oponen. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos, CIDH, ha documentado el asesinato de 355 ciudadanos como consecuencia del uso de esos grupos irregulares que el Ejército ha permitido.

“Eso es inquietante, ¿Qué pasaría si me niego a que entren en mi casa?¿Lo van hacer con la fuerza militar?”, se preguntó una habitante de esta ciudad que recordó que el 29 de septiembre pasado Brooklyn Rivera, el dirigente de la agrupación política YATAMA, fue capturado en un operativo en el que las fuerzas policiales al servicio de la dictadura Ortega-Murillo, utilizaron a los brigadistas del MINSA.




“No miden lo que hacen, con tal de quedar bien con el jefe causan ese tipo de daños. Uno le abre la puerta a un salubrista y no sabés si se trata de alguien que llega a llevarte, a reprimirte, así de mal estamos”, se quejó la ciudadana. En el caso del secuestro de Rivera, además de usar brigadistas del Minsa con el supuesto que trabajaban ante un brote de malaria, utilizaron una ambulancia para trasladar al político indigena de Bilwi a Managua.


Acaban con la confianza ciudadana

“Eso fue más grave aún”, dijo la fuente. Criticó que el régimen haya utilizado personal, símbolos y recursos de la entidad salud del Estado para perpetrar un acto ilegal como ese, pero recordó que durante las manifestaciones del 2018, les orientó a los hospitales públicos negar atención médica a los opositores heridos. “Es un atentado a la confianza del pueblo nicaragüense, por eso es que los matagalpinos se alarman con los uniformados que acompañan a los brigadistas”, dijo.


Según el abogado Juan Diego Barberena, jurista e investigador independiente, “la utilización de funcionarios públicos que no necesariamente están vinculados a la maquinaria represiva del Estado y que más bien su función es brindar apoyo de primera necesidad a la población, como es el caso de los trabajadores del MINSA que abatizan y fumigan , es una acción incorrecta”.

Barberena define entonces que “desde luego eso los convierte en instrumentos y en colaboradores necesarios instrumentalizados por la dictadura para ejercer actividades de vigilancia. Lamentablemente, esto es parte de los patrones represivos que vamos a continuar viendo en la dictadura, porque utilizan toda la estructura estatal para fines eminentemente políticos y contener la movilización política, para frenar a la población que se muestra descontenta con el régimen”, advirtió.


“Intimidan de casa en casa”


Para otros ciudadanos, este régimen “ha perdido la cordura”. “Ordenan a militares acompañar a los trabajadores del MINSA, ¿Para qué? Para generar más temor, eso irradia más temor y eso desde luego, busca inmovilizar más a la población”, comentó otro matagalpino.


Por su lado, Martha Patricia Molina, abogada y defensora de derechos humanos, dijo que el régimen de Daniel se vale de lo que sea para vigilar a los ciudadanos. La especialista dice que le han informado de esto y de casos donde supuestos trabajadores de empresas privadas como las telefónicas hacen reparaciones, pero son agentes del aparato represor en operaciones de espionaje.


“Sabemos que están intimidando a la gente, la están vigilando. Les toman fotos, por eso la gente está con miedo, alterada. No solo hay vigilancia contra líderes de la iglesia (sacerdotes), la vigilancia es pareja a todos los ciudadanos”, lamentó.

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