Este 12 de diciembre, el padre Sadiel Eugarrios Cano de Matagalpa, estaría celebrando su cumpleaños número 35, junto a su familia y su comunidad católica, que hoy también celebra a la Virgen María en su advocación de Guadalupe, sin embargo todo este panorama no fue posible porque el religioso se encuentra encerrado en las celdas del nuevo Chipote por órdenes del gobierno de Nicaragua.
Su hermano espiritual es el padre Erick Díaz, quién está en exilio por la misma persecución gubernamental, quien desde ahí siempre está pendiente de toda la situación que vive la iglesia católica en Nicaragua y sus líderes y demás miembros. Este lunes aprovechó un espacio en Fuentes Confiables, para dirigir unas palabras para describir los valores de este sacerdote matagalpino quien fue ordenado hace cuatro años.
“El padre Sadiel es un excelente sacerdote, entregado a su vocación. Un hombre tenaz, fuerte y espiritual. Un hombre que se desgasta por su prójimo, que ante el dolor del hermano él siempre está presente. Como hermano en el sacerdocio pido que sea liberado porque no es delincuente, sino un sacerdote dedicado a las cosas de Dios”, dijo Díaz.
Durante la represión gubernamental de 2018, siendo un seminarista, el ahora padre Sadiel salió a las calles bajo el riesgo de su integridad física, a pedirle a los paramilitares que cesaran las agresiones y balaceras, con la finalidad de evitar más derramamiento de sangre y no más luto para las familias de Matagalpa.
El padre Sadiel fue ordenado sacerdote el 24 de noviembre de 2018, en la catedral de Matagalpa, cuya ceremonia religiosa fue presidida por monseñor Rolando Álvarez, quien en ese entonces se refirió a Eugarrios como “un profeta en formación con un alma caritativa y un amante de la libertad hasta las últimas consecuencias”.
En octubre de 2019 fue nombrado primer Vicario de la Catedral San Pedro Apóstol donde se desempeñaba en varios proyectos pastorales.
El padre Sadiel se encuentra encerrado en Managua desde el 19 de agosto de este año, justo cuando efectivos de la policía de Nicaragua irrumpieron en la Curia Episcopal de la Diócesis de Matagalpa para llevárselo junto a Monseñor Álvarez, tres sacerdotes y laicos.
Este religioso está siendo acusado por el gobierno de Daniel Ortega de los supuestos cargos de “conspiración para cometer menoscabo a la integridad nacional, propagación de noticias falsas a través de las tecnologías de información y la comunicación”.