Transportistas del norte en Nicaragua generan caos con migración de venezolanos y cubanos

El bullicio en la terminal de buses del Mayoreo, en Managua, es como lo cotidiano en horas de la madrugada. Decenas de extranjeros, principalmente venezolanos, están dispuestos a pagar el pasaje que les cobren con tal de viajar a la zona norte buscando la frontera con Honduras como parte de su travesía hacia Estados Unidos.

María Ester Rodríguez, quien viaja a Ocotal para hacer gestiones referidas a su trabajo, informó que en las últimas semanas, se ha agudizado la mala atención de los transportistas principalmente porque muchas veces, el bus lo llenan sólo con extranjeros y no se preocupan por garantizar el servicio regular que demandan también los nacionales.

Otros de los usuarios, señalaron principalmente al bus que cubre la ruta de Managua a Jalapa, departamento de Nueva Segovia y que sale de la terminal del Mayoreo a las 3:00 de la madrugada, porque es uno de los que prefiere guardar los asientos para extranjeros a quienes les cobran más, abusando de sus necesidades.

Maltratos y hasta expulsiones de la unidad

Un quejoso que se identificó como Ronie López Lazo, dijo a una radio local que el transportista de esa hora, prioriza a los migrantes extranjeros que están tratando de llegar a las fronteras norte de Nicaragua.

“Han habido casos que hasta amenazan con bajar a los locales y hasta les gritan, les dicen que los extranjeros pagan más, de modo que uno está expuesto a maltratos para ser expulsados de la unidad y claro, hay un bandidencia contra los pobres venezolanos”, denunció.

“Yo no estoy en contra de que le presten el servicio a los hermanos venezolanos, porque ellos tienen derecho de trasladarse y seguir su ruta en busca de mejores oportunidades, pero con lo que no estoy de acuerdo es la forma en que están prestando el servicio algunos transportistas”, se quejó.

Hasta triplican costo de la tarifa

Añadió el usuario que en varias ocasiones, le han dicho que si quiere viajar, “debe ir de pie o como pueda” aunque los boletos estén numerados con el asiento correspondiente. “Te dicen que el asiento ya fue reservado y hasta te sacan de la silla. A veces llega uno y la silla está ocupada, no respetan las numeraciones, no es un regalo, es un servicio y está mal lo que hacen”, agregó.

Según López, esto se debe a que estos transportistas le cobran hasta 20 dólares a los ciudadanos venezolanos y cubanos por el pasaje que legalmente cuesta 200 córdobas de Managua a Jalapa.

Reiteró que no se trata de un acto de discriminación en contra de “esa pobre gente que está huyendo de la situación económica que enfrentan en su país, sino que los transportistas, deberían garantizar otro bus con tarifa diferenciada para que ningún usuario se quede o viaje incómodo. Las autoridades deberían regular esto”, demandó.

Reina el caos

Otra queja es que también hay transportistas que están negando el servicio a los ciudadanos venezolanos, cubanos o de cualquier otra nacionalidad. Una de las usuarias que pidió ser solo identificada como Roxana, refirió que un bus que tiene como destino la ciudad de Ocotal, anda un letrero que dice, “no transportamos venezolanos”.

Aseguró que las razones que ha dado este transportista es que supuestamente en ocasiones anteriores tuvo malas experiencias con algunos de estos extranjeros. Contó que se pelean a bordo de la unidad, se roban o ensucian. “Dicen que si les reclaman responden con violencia”, aseguró la usuaria.

Los transportistas admiten que hay un aumento en el flujo de migrantes que transitan por Centroamérica este año y que demandan el transporte hacia los departamentos fronterizos. Según las autoridades de Panamá, solo este mes de agosto, han atravesado por la Selva del Darién más de 68 mil 300 migrantes irregulares.

Estos migrantes después hacen su recorrido por Costa Rica y luego por Nicaragua, donde hay constante transporte de personas hasta las fronteras norte del país. Las mismas autoridades de Panamá, aseguran que desde el mes de enero hasta el mes de agosto, unos 320 mil migrantes irregulares han pasado por su territorio rumbo a Estados Unidos, la mayoría venezolanos y cubanos.