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Empresa privada sin nada que celebrar con varios de sus miembros detenidos y otros en el exilio



El entendimiento y el estrecho vínculo entre la empresa privada y el gobierno de Nicaragua se esfumó desde la crisis sociopolítica que inició en abril de 2018, así lo dio a entender el mandatario Daniel Ortega en un reciente discurso al asegurar que no podían permitir que siguieran con los “actos de barbarie” y con el aplauso de la oligarquía, que en su momento había estado caminando en una gran alianza con su gobierno y los trabajadores, pero cuando les tocaron el bolsillo, entonces hubo la ruptura.


“Y se lanzaron en planes que ya venían premeditados, en presiones que tenían con el gobierno yankee de que si no rompían alianza con el gobierno sandinista, les iban a aplicar las sanciones. Muchos de estos empresarios que se lanzaron en contra nuestra después de haber estado en alianza, llevando muy buenas relaciones, se vieron obligados a hacerlo por la presión yankee”, argumentó Ortega.

Para Yader Valdivia, del Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca Más, desde el 2018 en el empresariado nicaragüense existe un temor de invertir porque las consecuencias de "una dictadura han sido graves", y esto se refleja por ejemplo en el tema de la eliminación de la cuota de azúcar, incluso empresas que han tenido que abandonar el país.


Asimismo, Valdivia recalcó que en Nicaragua no existe una posibilidad de que una empresa privada pueda ejercer libremente o crear empleos, porque mientras en el país se sigan cometiendo violaciones a los derechos humanos, los países no van a negociar ni a invertir en Nicaragua, porque no existe una claridad fiscal, así la iniciativa privada no tiene nada qué celebrar, mientras algunos de sus miembros están presos o exiliados.

El economista Marco Aurelio Peña, considera que el empresariado en Nicaragua está pasando por una situación bastante difícil, máxime porque el país no marcha bien jurídica e institucionalmente porque hay un sistema político antidemocrático que no respeta las libertades individuales y de empresa.


“Por esas razones la propiedad privada, el espíritu de empresa y la economía de mercado no se están desenvolviendo bien porque los factores de riesgo siguen ahí porque la crisis sociopolítica y de derechos humanos no se ha solucionado, más bien se ha prolongado y las expectativas que nos formamos para el futuro no son optimistas”, argumentó el experto.

Indicó que en Nicaragua no hay un freno al poder político y estatal para proteger la propiedad privada, y que si no hay libertad de empresa, entonces el sector privado se ve limitado por un diseño institucional completamente desnaturalizado y eso tiene una repercusión negativa en el desarrollo económico porque se mandan señales equivocadas y se generan incentivos perversos y se desestimula a la inversión.


Desde hace más de un año el Gobierno de Nicaragua ha intentado someter a los grupos económicos más poderosos del país al mantener presos a varios de sus agremiados, entre estos figuran Michael Healy, Álvaro Vargas, Luis Rivas Anduray y José Adán Aguerri, y a más a alguno de estos se les han confiscado propiedades.


El 8 de septiembre se celebra el Día del Empresario en Nicaragua porque en esa fecha nació el empresario Jorge Salazar Arguello, quien fue asesinado en noviembre de 1980, durante el primer gobierno sandinista.

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