El exilio forzado ha significado para Martha Irene Sánchez cambios drásticos en su vida, pero en nada han mermado su pasión por el oficio de periodista. A dónde ha tenido que ir, carga entre sus maletas, su voluntad firme de seguir informando.
Sánchez nació en Matagalpa y ha dedicado la mitad de su vida al periodismo nicaragüense. Afirma que la profesión, le ha permitido conocer todos los departamentos del país y a su vez, esto la ha llevado a conocer las realidades de cada zona. No se concibe en otra vida, que no sea la de una mujer periodista activa, y con incidencia en espacios de comunicación.
“Soy madre”, dice, “hermana, soy amiga y profesional de la comunicación, graduada en la universidad Centroamericana, UCA, ahora confiscada por el régimen Ortega -Murillo”, señala.
El difícil exilio y una oportunidad para seguir informando
Para la profesional de la comunicación, sumarse a una lista de nicaragüenses que alzan la voz en defensa a los derechos humanos y de la verdad, representó su salida del país forzada en dos momentos que marcaron su vida.
“Yo he tenido dos momentos de exilio”, cuenta. “Uno de ellos, fue en el 2019, cómo resultado de las detenciones y encarcelamiento arbitrario de varios colegas periodistas, luego con varios periodistas regresamos al país con el compromiso de seguir informando, sin embargo, en el 2021, nuevamente me tocó enfrentar una ola de violencia, hostigación y amenazas que me obligaron abandonar el país otra vez”, explica.
Sánchez menciona que a partir de ahí, Costa Rica ha sido su segunda patria. Es el lugar desde donde sigo informando a través de una iniciativa que abrazó junto a otros colegas. Así nació hace cuatro años, el medio digital “República 18”, de quien Martha Irene, es cofundadora.
Resistir en tiempos de dictadura
Martha Irene Sánchez también asumió en enero de este año la Comisión Ejecutiva de la organización Periodistas y Comunicadores Independientes de Nicaragua, PCIN, que es un bloque de comunicadores independientes que se organizaron para la defensa de la libertad de prensa y de expresión en Nicaragua.
“Hacer periodismo independiente en medio de escenarios hostiles y de violencia con una política de represión instaurada por parte de la dictadura Daniel Ortega y Rosario Murillo es un gran desafío, cada día hay amenazas, riesgo, colegas auxiliándose, obligados abandonar sus hogares, su patria”, lamenta la periodista.
“Sin embargo –agrega– estoy segura que pese a los grises que vive el país en cuanto a libertades públicas como la de prensa y expresión, la prensa independiente está comprometida con seguir resistiendo desde el exilio para hacer notar las historias que aunque no tienen rostros, inspiran. Con nuestro trabajo queremos aportar al retorno de la democracia a nuestro país”, sentenció.
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