Después de seis años fugitivo, José Ofilio Gurdián Lacayo, de origen nicaragüense-salvadoreño, fue capturado en Bogotá el 5 de noviembre, según informaron fuentes de Migración Colombia y la Dijín.
La familia Lacayo, cuenta con conexiones políticas y empresariales en El Salvador, enfrentaba órdenes de captura por delitos ambientales relacionados con su empresa, Baterías de El Salvador S.A de C.V., la cual era dirigida por Gurdián Lacayo y otros socios, entre los que figuraba el exministro de Economía de El Salvador, Miguel Lacayo Argüello. Y generó contaminación con plomo, afectando a más de siete mil personas en el municipio de San Juan Opico.
Gurdián Lacayo ya tenía una circular roja de Interpol y fue arrestado en Bogotá a principios de noviembre. Llegó a Colombia desde Estados Unidos, presentándose aparentemente con un pasaporte nicaragüense. Sin embargo, las autoridades colombianas confirmaron su identidad y procedieron a su detención.
Las actividades de la fábrica, que cesaron en 2007 después de 12 años de operación, dejaron una huella ambiental grave. Estudios revelaron niveles de plomo hasta 100 veces superiores a lo permitido en la zona afectada, contaminando agua, aire, suelo y afectando la salud de la población.
En 2010, El Salvador declaró emergencia ambiental en la zona y en 2017, la Interpol emitió una circular roja contra los dueños de la fábrica, quienes se convirtieron en prófugos al no comparecer a los juicios en su contra. La falta de vigilancia estatal permitió que la fábrica, en 2020, fuera consumida por un incendio, reactivando la emisión de gases tóxicos.
Gurdián Lacayo, al ser interrogado sobre su ingreso a Colombia, mencionó que se trataba de un viaje de negocios. Actualmente, se encuentra en la cárcel La Picota de Bogotá, y se ha iniciado el proceso de extradición a El Salvador.
El daño ecológico causado por la contaminación de plomo en la fábrica asciende a al menos $4 mil millones, según estimaciones.