Como un "revés" significativo para el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, calificaron opositores la decisión de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya de desestimar la demanda interpuesta por Nicaragua contra Alemania por una supuesta violación a la Convención sobre el Genocidio de 1948.
Para el desterrado político Félix Maradiaga, la demanda de Nicaragua era absurda y carecía de fundamentos legales sólidos, además era notoria la "mano" de Rusia en las acciones de Ortega.
"La decisión de la Corte Internacional de Justicia de rechazar la demanda de Nicaragua contra Alemania es un revés significativo para la dictadura sandinista, esta solicitud absurda que buscaba detener la ayuda militar y financiera de Alemania a Israel carecía de elementos sólidos... la mano de Vladimir Putin está detrás de los movimientos de Nicaragua, intentando manipular la situación en beneficio de sus intereses geopolítico", expresó a través de un video en su cuenta de X.
El politólogo también dijo que con su decisión, la Corte mantuvo intactas su independencia y la integridad, ya que no cedió a la presión externa de otros países poderosos. Asimismo, hizo un llamado a la comunidad internacional para que este alerta ante los regímenes autoritarios que intentan socavar instituciones internacionales.
CIJ dijo "no" a Rusia
Para el exdiplomático Arturo McFields el fallo de la Corte fue un "duro golpe" tanto para Ortega como Vladimir Putin, tras conocerse que Rusia estaría detrás de la demanda realizada por Nicaragua contra Alemania.
"Un duro golpe ha recibido la dictadura de Nicaragua, porque no decirlo también la dictadura de Rusia, que estaba moviendo los hilos detrás de la demanda que se estaba llevando a cabo contra Alemania...La Corte Internacional de Justicia dijo no a la dictadura de Nicaragua, dijo no a la dictadura de Rusia y dijo no a todos aquellos interesados en promover el terrorismo contra el pueblo de Israel", manifestó.
Doble moral de Ortega
En tanto, el opositor Juan Sebastián Chamorro dijo que el caso dejó ver la hipocresía y la doble moral del régimen Ortega-Murillo, que se quería presentar ante la comunidad internacional como el "gran defensor" de derechos humanos.
"Es una verdadera hipocresía de parte de la dictadura que este promoviendo este tipo de causas, ´según fuentes informadas de inteligencia promovidas por Rusia"; expresó.
Y es que el régimen de Ortega es el primer violador de Derechos Humanos y no ha ratificado un sinnúmero de acuerdos internacionales como: la Convención de 1961 contra la apatridia, la Convención en contra de la tortura y no han querido suscribir el acuerdo de Roma.
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