Centro de Estudios Transdisciplinarios de Centroamérica (CETCAM) en su boletín correspondiente al mes de mayo analizaron como en el transcurso del año ( 2023) se ha recrudecido la violencia en las comunidades indígenas en la Costa Caribe de Nicaragua.
Como resultado hay saldos mortales de personas asesinadas, viviendas quemadas y comunidades desplazadas. Los ataques han sido perpetrados por grupos de hasta 50 personas, como ocurrió en la comunidad Wilú, del territorio indígena Mayagna Sauni.
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"Los ataques no son hechos recientes ni aislados; son parte de un proceso sistemático de despojo y desalojo de tierras a las comunidades indígenas por parte de campesinos pobres, principalmente mestizos a los que se les llama “colonos”, la mayoría de ellos azuzados por terratenientes o terceros interesados en apropiarse de las tierras indígenas localizadas en reservas biológicas y áreas protegidas para desarrollar actividades agropecuarias de naturaleza extractivista", se lee en el boletín.
Según el análisis la lucha de las comunidades indígenas y afrodescendientes por sus derechos territoriales se vio materializada con la aprobación de la ley de Régimen de la Propiedad Comunal durante el año 2003, es decir hace 20 años.
La ley establece cinco etapas para la demarcación y titulación de las tierras comunitarias:
Presentación de solicitudes
Solución del conflicto
Medición y amojonamiento
Titulación
Saneamiento
"Hasta ahora, se han demarcado y titulado 23 bloques de tierra que apenas representan un tercio del territorio nacional; sin embargo, el proceso de saneamiento que implica la resolución por parte del Estado de la situación de los terceros que ocupan las tierras comunales ni siquiera ha iniciado", denuncian.
Contabilizan unos 3,000 comunitarios miskitus y mayagnas se han visto obligados a abandonar sus tierras y huir a otras comunidades en Nicaragua.
Concluyen que mientras se mantenga este modelo extractivista, despojo y desprotección gubernamental difícilmente se resolverán las justas demandas de las comunidades indígenas y afrodescendientes, además que se mantendrá la expoliación y la destrucción de las tierras comunitarias
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