A como ya es costumbre, en la segunda quincena del mes de enero se instaló en el Ministerio del Trabajo (MITRAB) la mesa de negociación del salario mínimo 2023, que por quinto año consecutivo se realizará únicamente con sectores privados afines al Gobierno.
La primera sesión se llevó a cabo a puertas cerradas y estuvo presidida por Alba Luz Tórrez, Ministra del Trabajo, quien afirmó que desde esa mesa de negociación los sindicalistas podrán respaldar los derechos laborales de miles de nicaragüenses.
Hasta el momento ninguno de los tres sectores ha hecho una propuesta oficial para el reajuste salarial de este año.
En tanto, Luis Barbosa, Secretario General de la Central Sandinista de Trabajadores (CST) dijo a medios oficialistas que será hasta la próxima semana que presenten su propuesta salarial para este 2023, y que tomarán en cuenta la realidad económica del país, de igual modo manifestó que esperan la participación y voluntad de los empresarios.
Inicialmente en la mesa de negociación se sentaban además de la representación del Gobierno y sindicalistas, el Consejo Superior de la Empresa Privada (COSEP), por parte de los empresarios, y un representante de la Comisión Nicaragüense de Pequeñas y Medianas Empresas (Conimipyme).
Sin embargo desde el 2019 el Cosep no participa en esta mesa tripartita y tras la cancelación en diciembre de 2021 de la personería jurídica de Conimipyme, ese lugar fue cedido a la Asociación de Promoción al Desarrollo y Sostenibilidad de Nicaragua (Aprodesni), que está manejada por Zacarías Corea y a quien se le señala como afín al Gobierno.
En 2022, las partes acordaron un aumento del salario mínimo del 7%, en esa ocasión, el sector privado propuso un incremento del 4,25%.
Tal incremento elevó el salario mínimo en apenas 6.978,34 córdobas para los sectores como industria manufacturera, servicios comunitarios, con lo cual una familia de más de cuatro personas no puede costear el precio de la canasta básica que en noviembre de 2022 aumentó a C$18, 845.78 córdobas, tres veces más de lo que gana un trabajador promedio en el país.
Además del elevado precio de los productos alimenticios, el pago de los servicios básicos como agua y luz también agobian a los trabajadores nicaragüenses, que ni con un salario de C$10,571 córdobas que se le aumentó en 2022 al sector construcción, establecimientos financieros y seguros pueden hacer frente a estas alzas.
Todos los sectores involucrados tienen hasta el 28 de febrero para llegar a un consenso en cuanto al aumento salarial 2023 y luego deben definir el nuevo ajuste que rige a partir del mes de septiembre.
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