El volcán Masaya, uno de los principales atractivos turísticos del país por su espectacular lago de lava, se encuentra siendo monitoreado debido a cambios en su estructura que están ocasionando una mayor gasificación y derrumbes en su interior.
Expertos de vulcanología del Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales (INETER) han reportado que los constantes derrumbes que se han presentado al interior del volcán en las últimas semanas han provocado que el lago de lava que era visible de los miradores, haya quedado oculto.
El INETER ha solicitado a las poblaciones cercanas al volcán guardar la calma y explicó que los derrumbes, ruidos y algunas explosiones que se escuchan no representan un peligro mayor.
En febrero, debido a este fenómeno, el INETER pidió a los administradores del Parque Nacional Volcán Masaya, reducir el tiempo de visita de los turistas ya que los gases emanados podrían provocar algunas afectaciones.
Las últimas indicaciones de la institución eran que "debido a la calma relativa constante", era posible la apertura parcial al público, exceptuando un radio de 800 metros alrededor del cráter Santiago.
El lago de lava en el volcán Masaya fue descubierto a finales de 2015, en medio de un aumento de su actividad. Los expertos explicaron que a pesar de que los volcanes suelen tener una cámara magmática en su interior, la presencia de un lago de lava expuesto en la superficie no era algo muy común.
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