La aparición de Laureano Ortega Murillo en sustitución del dictador Daniel Ortega durante la entrega de buses chinos evidenció el proyecto de sucesión dinástica que se pretende imponer ilegalmente en Nicaragua, consideran dirigentes opositores en el exilio.
"Este mensaje debe ser utilizado por la oposición nicaragüense como una muestra patética, clara y evidente para aquellos que no creían de que este era un proyecto dinástico para que no quede ninguna duda en el aire", comentó el político.
Expuso que las funciones de Laureano Ortega en el gobierno no corresponden a una trayectoria pública ni a méritos alcanzados, sino que simplemente ocupa esos espacios por ser hijo de quienes están al mando del Ejecutivo.
"Esto es una señal de alerta, de mensaje para aquellos funcionarios públicos sandinistas o se llamen orteguistas de que tienen que seguir las directrices de la familia porque si no van corridos, esto es claramente una muestra sin sorpresa de una dictadura que debemos detener", advirtió Chamorro.
Por su parte Felix Maradiaga, también excarcelado político comparó "este movimiento" a la dictadura de los Somoza en Nicaragua. "Ortega, en su afán por perpetuar su linaje en el poder, ha superado a otros regímenes dinásticos del pasado en Nicaragua y América Latina", precisa.
Maradiaga ejemplifica lo que ocurre en Nicaragua con prácticas observadas en Corea del Norte o Siria. "La dinastía Kim ha gobernado el país desde su fundación en 1948. Kim Il-sung fue el primer líder y fue sucedido por su hijo Kim Jong-il y luego por su nieto Kim Jong-un. Por su parte, Hafez al-Assad gobernó Siria durante casi 30 años y fue sucedido por su hijo Bashar al-Assad, quien continúa en el poder desde el año 2000", reseña.
"El camino de Ortega hacia una transición dinástica es bipartito: primero, consolidar a su esposa como co-dictadora y luego preparar el terreno para su hijo Laureano Ortega. Sin embargo, este último enfrenta importantes obstáculos, incluyendo la falta de apoyo dentro del sandinismo histórico y su desconexión con las bases del movimiento, evidenciada por sus lujos y extravagancias", explica el político.
Tanto Chamorro como Maradiaga coinciden en que "es esencial enfrentar el proyecto dinástico de los Ortega".
"Solo una estrategia internacional, coordinada con la resistencia cívica de nosotros los mismos nicaragüenses, podrá desafiar efectivamente este intento de perpetuar una dinastía familiar en el poder y evitar más sufrimiento para el pueblo nicaragüense", propone.
Laureano Ortega Murillo es el sexto de nueve hijos e hijas de Daniel Ortega y Rosario Murillo. En el 2012 fue nombrado por sus padres como Asesor Presidencial para Inversiones, Comercio y Cooperación Internacional. Su misión principal ha sido atender las relaciones con Rusia, China e Irán.