A través de un comunicado Mercon Coffee Group, empresa dueña de CISA exportadora confirmó que un "entorno difícil" en el mercado la llevó a declararse en bancarrota en Nueva York, Estados Unidos, pero aseguró que cumplirá con todos sus compromisos vigentes tanto con clientes como con sus colaboradores a nivel mundial.
"En los últimos tres años, perturbaciones logísticas derivadas de la pandemia, sumadas al efecto de la sequía prolongaron el retroceso del mercado y una volatilidad sostenida de los precios y el rápido incremento de las tasas de interés, se han combinado para formar un entorno operativo excepcionalmente desafiante para Mercon", cita el comunicado firmado por Óscar Sevilla.
La misiva con fecha del 6 de diciembre, pero conocida en Nicaragua hasta este jueves 7, explica que a pesar de estos eventos desafortunados, el equipo de Mercon ha trabajado "incansablemente" durante varios meses para tomar medidas rápidas y decisivas para sostener el funcionamiento del negocio.
De acuerdo a Mercon, los factores macroeconómicos persistieron más tiempo de lo esperado y los prestamistas optaron por no extender los acuerdos de créditos, lo que derivó en condiciones de trabajo "extremadamente estrictas".
La empresa creada en 1980 por el nicaragüense Álvaro Baltodano, pero que hace algunos meses fue vendida a un fondo de inversiones estadounidenses, dijo que la mejor alternativa para proteger los activos fue declararse en Bancarrota, lo que les permitirá seguir operando y facilitar un proceso ordenado de liquidación.
La noticia de la suspensión de operaciones de CISA cayó como un balde de agua fría a los productores de café de la zona norte de Nicaragua ya que está empresa era la principal acopiadora, procesadora y exportadora del grano de oro.
Además de la exportación, CISA también brindaba asistencia técnica, procesamiento, lavado del grano, e incluso daba crédito a través de una especie de microfinanciera llamada Mercapital.
Con este cierre, los principales afectados son los productores, ya que CISA exportaba la mitad de la cosecha cafetalera, que en los últimos años era cerca de los 1.50 millones de quintales. Además, se verán perjudicados porque los beneficios no cuentan con la capacidad para procesar tales cantidades de café.
Horas después de conocerse la noticia, el régimen de Daniel Ortega emitió un comunicado asegurando que hará que la empresa "cumpla" con sus compromisos comerciales y financieros en Nicaragua y que a través de las instituciones gubernamentales que trabajan con el sector facilitará la comercialización y exportación del café.