Mons. Báez exhorta al régimen y órganos represores: "Pidan perdón y cambien de vida"
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Mons. Báez exhorta al régimen y órganos represores: "Pidan perdón y cambien de vida"



Monseñor Silvio Báez en su más reciente Omilia de fin de semana hizo un llamado a los malvados a reconocer los graves delitos contra la vida y la justicia, el religioso explica que la misión profética es precisamente hacer ver los errores para que exista un arrepentimiento verdadero porque Dios se los demandará.


"La misión profética comporta una gran responsabilidad, porque si el profeta no habla en nombre de Dios para advetir al malvado de su maldad, el malvado morirá; pero Dios pedirá cuenta al profeta de ellos", expresó Báez.


Asegura que los profetas cargan sobre los hombros la historia de los pueblos, con todo lo que implica, dolor, humillación, opresión exilio y muerte; agrega que las palabras son un llamado apasionado y lleno de amor de parte de Dios.


"Es necesario alzar la voz en nombre de Dios y llamar a la conversion a quienes son verdugo del pueblo y se han endicosado exigiendo ser obedecidos y adorados, la voz profetica se alza hoy y sabemos que no estan escuchando", dijo.


"El señor les dice hoy a los dictadores, intandolos a reflexionar y cambiar de vida (...) Reconozcan sus graves delitos contra la vida y la justicia, respeten los DDHH, no priven al pueblo de sus libertades, liberen a los presos políticos, no atenten contra la educación y la cultura del pueblo, cesen en su criminal intento por destruir a la Iglesia (...) conviertanse a la justicia, pidan perdón y cambien de vida”, exhortó.

El religioso hizo un llamado también a los militares culpables de crímenes de lesa humanidad "Dejen de amenzar a las voces libres que claman por la justicia si alguna vez ustedes tuvieron fe vulevan a Dios".

Extendió la reflexión a la Policía recordando que su misión es proteger y no aplastar al pueblo, así como a quienes merodean los templos y sirven de espias contra sacerdotes. Finalmente haciendo referencia al Salmo 94 dijo: "Ojalá escuchen su voz, la voz del señor y no endurezcan su corazón".


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