Mientras a Monseñor Rolando Álvarez se le impide vivir y expresar su fe católica, el regimen de Daniel Ortega apareció en medios oficialistas "celebrando en casa" la tradicional Gritería en honor a la Purísima Concepción de María.
La actividad fue completamente privada, los únicos ajenos a la familia fueron los fotógrafos y camarógrafos de medios oficialistas que llegaron a enaltecer la figura de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
Por su parte el obispo Silvio Báez, dese el exilio, se mostró emocionado al compartir la celebración de La Purísima con la comunidad nicaragüense residente en Palm Beach, Florida, y denunció los ataques hacia la Iglesia Católica en Nicaragua.
“Tal vez ustedes no lo pueden creer, pero este momento en Nicaragua es tal el terror que ha impuesto una feroz dictadura que es un delito sacar afuera, en la mano, la bandera azul y blanco de la patria, y hoy me da gusto verla aquí a la orilla de la Virgen, los dos grandes símbolos de Nicaragua, La purisima y la bandera azul y blanco que en Nicaragua se ha vuelto un delito ondearla”, comentó a los feligreses.
El padre Edwing Román, también exiliado en Estados Unidos denunció el cinismo y la hipocresía del régimen de Daniel Ortega al promover altares en honor a la Virgen María y atacar a la Iglesia.
"En los altares promovidos por la dictadura sandinista ahí no está Dios, ni La Purísima. Ahí solo está el reflejo de la hipocresía y del cinismo de quienes persiguen a la Iglesia en Nicaragua y mantienen encarcelado a un Obispo, Monseñor Rolando Álvarez, 52 sacerdotes desterrados, congregaciones de religiosas y religiosos expulsados, y laicos comprometidos con su Iglesia encarcelados", escribió en su cuenta de X.