Álvaro Leyva, Canciller de la República de Colombia, utilizó su cuenta de twitter para pronunciarse sobre el retiro de la nacionalidad nicaragüense a 94 opositores, la mayoría en el exilio debido a la represión y persecución del Gobierno de Daniel Ortega.
El funcionario colombiano lamentó que en Nicaragua renaciera el Somocismo, esto en relación a los métodos utilizados por el Gobierno de Daniel Ortega para "neutralizar" a la oposición.
"Conocí a Sergio Ramírez formando parte de la Junta de Reconstrucción Nacional al triunfar el sandinismo. Hoy lo veo. Compartí con Cardenal, D´Escoto, Humberto Ortega y otros. Nunca imaginé que en la bella Nicaragua pudiera renacer Somoza para fusilar de nuevo a Sandino", tuiteó Leyva.
Leyva, es el segundo funcionario colombiano que se pronuncia sobre este hecho sin precedentes. Primeramente, el presidente Gustavo Petro envió su solidaridad a los "apátridas y desterrados" nicaragüenses.
"Toda violación a los derechos humanos debe ser condenada por toda la comunidad internacional. Mi solidaridad con los 94 nicaragüenses que fueron despojados de su nacionalidad", dijo Petro, el segundo presidente latinoamericano en pronunciarse.
Estas últimas acciones de Daniel Ortega contra opositores nicaragüenses han llamado la atención de la comunidad internacional, países como Estados Unidos, Chile, España y la Unión Europea han rechazado el despojo de la nacionalidad a los opositores y excarcelados políticos.
La semana pasada, el Gobierno a través del Tribunal de Apelaciones de Managua (TAM) leyó sentencias condenatorias contra 94 opositores, que fueron declarados "traidores a la patria" de acuerdo a una reforma exprés que diputados de la Asamblea hiceron al artículo 21 de la Constitución y la aprobación de una nueva ley con respecto a la pérdida de la nacionalidad.
Los primeros en ser despojados de la nacionalidad fueron los 222 presos políticos desterrados por Ortega hacia Estados Unidos y Monseñor Rolando Álvarez, que se negó a subir al avión. Por lo tanto en menos de una semana 317 nicaragüenses fueron declarados "apátridas".
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