El 4 de mayo de 2022, el régimen de Daniel Ortega ordenó cancelar la personería jurídica del movimiento feminista La Corriente, que tenía más de 28 años trabajando en la defensa de los derechos de las mujeres y la no violencia. Además, su directora María Teresa Blandón y otras de sus integrantes fueron desterradas y obligadas al exilio.
Sin embargo, ni el cierre, ni el destierro, ni el exilio forzado, han impedido que estas mujeres sigan con su trabajo de enseñar a otras mujeres, niñas y adolescentes, cuales son sus derechos y a no permitir ningún tipo de violencia.
"Seguimos siendo la corriente, La Corriente somos todas...La Corriente no es una casa, ni es un rótulo, La Corriente es una de las expresiones de un movimiento feminista plural y diverso que tiene una auténtica, una legítima apuesta por erradicar todas las formas de violencia contra las mujeres y las niñas y por defender los derechos de todas las mujeres", dijo María Teresa Blandón en el programa Fuentes Abiertas.
Blandón, aseguró que pese al intento, del régimen Ortega-Murillo por "desactivar" el movimiento feminista en Nicaragua con el cierre de La Corriente y otras organizaciones, no lo consiguió, porque las mujeres trabajan de una manera colectiva, construyendo redes y no peleando por "egos", como algunos grupos de oposición.
"Para nosotras la acción colectiva, la solidaridad entre mujeres, la construcción de redes vitales ha sido el aprendizaje más grande. Nosotras no nos peleamos por ego, no nos peleamos por estas cosas porque sabemos que los problemas que enfrentamos son problemas de caracter estructural, nosotras sabemos que nos necesitamos, aunque tengamos diferencias, aunque tengamos estilos distintos, sabemos que en los temas principales nos necesitamos", dijo la feminista, a la que el régimen le negó la entrada en 2022.
La defensora, recalcó que la clave para hacerle frente a un régimen autoritario como el Ortega-Murillo, es la "unidad en la diversidad", y eso ha permitido que en el exilio las feministas sigan activas, articuladas y poniendo la mirada en las problemáticas que afectan a las mujeres y niñas nicaragüenses.
El apoyo entre colectivos ha sido importante
Actualmente, el movimiento La Corriente se encuentra establecido en Costa Rica, donde ha encontrado el apoyo de las feministas de ese país y con ello ha logrado avanzar y retomar los procesos de formación que venían desarrollando en Nicaragua con mujeres y hombres jóvenes.
"Entonces nos cerraron en Nicaragua como a decenas de organizaciones y nos reinstalamos en Costa Rica, donde hemos contado afortunadamente con el apoyo de las feministas costarricences, eso nos ha permitido avanzar nos ha permitido retomar los procesos de formación que ya veníamos desarrollando en Nicaragua", explicó al periodista Marcos Medina, director de Fuentes Abiertas.
El trabajo de las organizaciones feministas en Costa Rica, se desarrolla principalmente con mujeres nicaragüenses exiliadas, pero también buscan darle continuidad a los vínculos entre los distintos grupos y colectivos centroamericanos.
Violencia contra mujeres sigue al alza en Nicaragua
El cierre de más de 300 organizaciones de mujeres ha contribuido a que en Nicaragua haya un alza en la violencia contra las féminas, un tema al que el Estado no pone mucho interes, a pesar de las "campañas" y aperturas de comisarías de la mujer en los departamentos y municipios.
"Si bien es cierto que el régimen Ortega-Murillo ha afirmado publicamente que han reactivado las comisarías de la mujer y de la niñez nosotras sabemos que no es cierto, dentro de la policía no hay personal que este capacitado para atender la violencia de género, ni siquiera conocen la ley 779", señaló.
En cuanto a los femicidios e intentos de femicidio, Blandón manifestó que la cifra no ha bajado, a pesar que no hayan cifras oficiales de los mismos. En lo que va del 2023 se han reportado 62 femicidios, 20 han ocurrido en el extranjero, principalmente en Costa Rica, Estados Unidos y España. Además de estos crímenes, las adolescentes y niñas nicaragüenses están siendo víctimas de violencia sexual.
Otra problemática, es la de las mujeres nicaragüenses en situación irregular en el extranjero, ya que estas por su condición no se acercan a las instituciones correspondientes para denunciar casos de abuso y violencia doméstica.
Comentários