La vocera del régimen Rosario Murillo, aprovechó la alocución de este mediodía para anunciar la realización de un acto partidario en las instalaciones confiscadas a la Universidad Centroamericana (UCA).
El mismo día en que se cumple una semana de la medida que afectó a más de 5 mil estudiantes, docentes y personal adminstrativo, el régimen conmemorará un aniversario más de la Cruzada Nacional de Alfabetización.
"...hemos sido invitados a participar en el 43 aniversario de la Gran Cruzada Nacional de Alfabetización, en la Universidad Nacional Casimiro Sotelo, donde además se reinagurará el Museo de la Cruzada Nacional de Alfabetización", dijo la vocera.
Según Murillo, la UCA había "escondido" ese museo histórico, sin embargo, el Alma Mater llevó a cabo jornadas en colegios y universidades con la iniciativa "El Tren Cultural", para mostrar todo lo que significó en Nicaragua la Cruzada Nacional de Alfabetización, misma que fue reconocida por la UNESCO.
"Ese museo que ahí ha estado escondido, que fue escondido, incautado, ese museo que es historia, patria... ahí estaba escondido, oculto", vociferó.
Murillo no aclaró si ella y Ortega acudirán a las instalaciones robadas la universidad jesuita el pasado miércoles 16 de agosto para asistir a este evento.
El Tren Cultural
El Tren Cultural fue una iniciativa que llevó a cabo la UCA y el Instituto de Historia de Nicaragua y Centroamérica (IHNCA-UCA) con el apoyo de la cooperación internacional. Inaugurado inicialmente en 2006, fue visitado por 20 mil jóvenes. En Managua estuvo por cinco meses y luego se trasladó a los departamentos.
En 2010, en el marco del 50 aniversario de la UCA, el Tren Cultural abrió nuevamente sus puertas.
El Tren Cultural está conformado por tres furgones debidamente climatizados, alfombrados, organizados y equipados con tecnología de punta donde los visitantes tenían una experiencia audiovisual con imágenes y entrevistas de los protagonistas de la Cruzada Nacional de Alfabetización en los años 80´s.
De acuerdo a un escrito publicado en la Revísta Envío, la iniciativa cultural quería hacer memoria de la gesta de la alfabetización, pero no una memoria institucional ni ideologizada, mucho menos un recuerdo propagandístico.