La Santa Sede, a través de su representante, Monseñor Miroslaw Wachowski, Sub Secretario para las Relaciones con los Estados, y Jefe de Delegación en la 53 Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA), se pronunció en relación a los ataques del Gobierno de Daniel Ortega contra la Iglesia Católica.
De acuerdo a Monseñor Wachowski, la situación en Nicaragua es de "especial inquietud" para el Vaticano, sobre todo por el encarcelamiento arbitrario de Monseñor Rolando Álvarez.
"La crisis en Nicaragua es de especial inquietud, afecta tanto a personas como instituciones, incluidos católicos y la iglesia católica y la iglesia catóica, un ejemplo claro es el encarcelamiento injusto del Obispo Rolando Álvarez", dijo el representante de El Vaticano.
De igual forma, la Santa Sede continúa apostando por el "ejercicio paciente" del diálogo para lograr una solución a la crisis en Nicaragua que ya lleva cinco años.
"La Santa Sede está convencida de la necesidad de superar la lógica partidaria y trabajar de manera constante para el bien común, esto incluye la búsqueda concreta de la paz fundada en la verdad, la justicia, la libertad y el amor y alcanzada a tavés del ejercicio paciente del diálogo", manifestó Monseñor Wachowski.
El 10 de marzo de este año, el Papa Francisco, se pronunció enérgicamente contra el Gobierno de Daniel Ortega y la calificó de "dictadura grosera" que era digirida por un "desequilibrado".
En la entrevista que brindó al medio argentino Infobae, Francisco también comparó al Gobierno de Ortega con las "dictaduras pasadas", en específico la comunista y hitleriana.
En febrero, días después de conocerse la condena contra el Obispo Álvarez, el Sumo Pontífice en el rezo del Angelus dijo sentirse entristecido y preocupado por esta acción, ya que Monseñor está condenado a 26 años de cárcel por cuatro supuestos delitos, además se le fue retirada la nacionalidad nicaragüense.
Este jueves, se conoció que el presidente de Brasil, Lula da Silva, dijo que conversará con su homólogo nicaragüense Daniel Ortega, para que libere a Monseñor Álvarez, y que está consciente que es una tarea difícil pero con paciencia lo logrará.